bloom

AMA AL SEÑOR CON TODA TU MENTE: LA LLAMADA BÍBLICA A UNA COSMOVISIÓN CRISTIANA

Jesús dijo que el mayor mandamiento era amar al Señor con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente (Mateo 22:37). Muchos mensajes se centran en amar a Dios con nuestro corazón y nuestra alma, pero a menudo se descuida el énfasis en amar al Señor “con toda la mente”. Las Escrituras señalan por lo menos cinco maneras en que podemos amar al Señor con toda nuestra mente.

Razón #1: Renueva Tu Mente

Romanos 12:2 enseña, “Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente”. Parte de nuestra relación con Dios es ser transformados. ¿Cómo? Mediante la “renovación” de nuestra mente.

¿Qué significa renovar nuestra mente? La oruga ofrece un poderoso ejemplo visual. Comienza como un humilde gusano, pero en el momento adecuado entra en un capullo. Cuando sale del capullo, ya no es una criatura parecida a un gusano, sino una hermosa mariposa. Quienes la ven después de su transformación no piensan en la mariposa como una oruga, sino como algo nuevo y espectacular.

Razón #2: Estudiar la Palabra de Dios

2 Timoteo 2:15 nos instruye, “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad.” Como siervos de Dios, debemos buscar el placer de nuestro Maestro. Como hijos de Dios, deseamos mostrar amor a nuestro Padre celestial.

Crecemos espiritualmente a medida que comprendemos mejor las enseñanzas de nuestro Señor. La oración, la comunidad y otros aspectos del crecimiento también son importantes, pero centrarse en las Escrituras ofrece una dirección clara para conocer la voluntad de Dios para nuestras vidas.

Razón #3: Centrarse en los Caminos de Dios

Filipenses 4:8 señala: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo  justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto mediten”. Una forma de amar a Dios con toda nuestra mente es concentrarnos en lo que es bueno a los ojos de Dios.

Este énfasis también nos recuerda nuestra necesidad de discernimiento. Los vídeos que vemos y las imágenes que contemplamos pueden ayudarnos a crecer en Cristo, o a pecar contra Él. Estamos llamados a enfocar nuestra mente en áreas que honren al Señor en lugar de deshonrarlo.

Razón #4: Recordar la Bondad de Dios

Isaías 63:7 comparte, “Recordaré las misericordias del Señor, y sus hechos dignos de alabanza, por todo lo que hizo por nosotros”. Parte de amar a Dios con toda nuestra mente es utilizar la memoria que Él nos ha dado. Podemos recordar las formas positivas en que Él ha obrado en nuestras vidas, así como la forma en que el Señor nos ha perdonado y cambiado nuestro pasado.

El recuerdo también se señala como una parte importante de la adoración en las Escrituras. Cuando recordamos la bondad del Señor para con nosotros, nos encontramos adorándolo con mayor pasión.

Razón #5: Desarrollar una Imaginación Centrada en Cristo 

Dios es quien nos ha dado nuestra capacidad de soñar e imaginar: “Porque Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, ni sus caminos son Mis caminos, declara el Señor” (Isaías 55:8). Aunque sus caminos están mucho más allá de nuestra comprensión, la imaginación que nos ha dado debe ser utilizada para Su gloria. Ya sea a través del arte, la música, el diseño, la literatura u otras formas de creatividad, nuestro Creador nos ha llamado a ser creativos.

Muchos han pasado por alto la conexión entre la imaginación y la mente, aunque las Escrituras no separan estos dos aspectos de la vida. Como personas creadas a imagen de Dios, tenemos una mente desarrollada para trabajar de forma creativa, ya sea en nuestra vocación, en nuestros estudios o en la forma de compartir el Evangelio con los demás.

El pastor John Piper  también ofrece palabras perspicaces sobre cómo debemos amar al Señor con toda nuestra mente:

Si una persona no pasa de la conciencia intelectual de Dios y del pensamiento correcto sobre Dios a un abrazo emocional de Dios, no ha amado a Dios con su mente. La mente aún no ha amado hasta que entrega sus pensamientos a las emociones donde son abrazados. Y entonces la mente y el corazón están trabajando en lo que se siente como tal armonía, y lo experimentas como amor tanto intelectual como afectivo por Dios.

Hoy, recuerda amar a Dios en todos los sentidos, incluso con tu mente. Te darás cuenta de que tienes un mayor impacto y aprecio por el mayor mandamiento de Cristo, aplicándolo de nuevas maneras mientras vives para Él.

Artículos Recientes