
¿ES KARMA BÍBLICO?
En el hinduismo y el budismo, karma es el resultado de las acciones de una persona, así como las acciones mismas. Las acciones de una persona en esta vida (y en vidas anteriores) repercuten en su destino y en sus vidas futuras. En la cultura actual, los videos y expresiones populares han popularizado el concepto del karma, pero ¿es consistente con las enseñanzas bíblicas? ¿Es Karma Bíblico?
Una mirada atenta a las Escrituras revela muchos problemas con el concepto de karma. En primer lugar, el karma se relaciona con las vidas pasadas y futuras de una persona, una enseñanza inconsistente con las enseñanzas bíblicas. Según Hebreos 9:27, “…está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio”. La Biblia presenta a los seres humanos como creados a imagen de Dios, viviendo en la tierra, y describe que tras la muerte física el alma experimenta la eternidad con Dios o existe aparte de Dios por la eternidad.
En segundo lugar, el karma se basa en la creencia de que las personas reciben las mismas consecuencias por sus acciones. Aunque la Biblia afirma que una persona cosecha lo que siembra (Gálatas 6:7), hay muchos ejemplos bíblicos que hablan de una persona malvada que prospera en esta vida, así como de personas piadosas que sufren en esta vida. Además, el don de la salvación sólo por la fe en Cristo (Efesios 2:8-9) revela que a menudo recibimos bendiciones que no merecemos a través del perdón de Jesús.
En tercer lugar, el karma excluye la comprensión bíblica de los propósitos de Dios en el dolor y el sufrimiento. En el libro de Job, éste pasa por mucho sufrimiento como parte del plan de Dios, a pesar de ser una persona justa. El ejemplo de José revela que Dios a veces permite que sucedan cosas malas como parte de su plan divino (Génesis 50:20). Además, aunque algunos han intentado relacionar el karma con la Regla de Oro (Mateo 7:12), la enseñanza de tratar a los demás como te gustaría que te trataran es incondicional y no se basa en el trato que recibimos a cambio.
En cuarto lugar, el karma excluye la necesidad del cielo y el infierno. La Biblia enseña claramente que habrá una eternidad con Dios o aparte de Él (Apocalipsis 21-22). Sin embargo, el karma se basa en la creencia de que nuestras acciones determinarán cómo nos reencarnamos en el futuro. No hay ninguna conexión entre las creencias y acciones en esta vida y la salvación de uno en la próxima vida. Aunque algunos en las religiones orientales ven a Jesús como un iluminado, Jesús es simplemente innecesario en el contexto religioso oriental. El karma entra en conflicto con las enseñanzas bíblicas sobre el cielo, el infierno, la salvación, el juicio y otros asuntos relacionados con la vida después de la muerte.
En quinto lugar, el karma niega la necesidad del regreso de Cristo. Una de las enseñanzas más importantes del Nuevo Testamento es el regreso de Cristo para sus seguidores. Por ejemplo, 1 Tesalonicenses 4:13-18 describe un momento futuro en el que Jesús aparecerá, llevando primero a los muertos en Cristo, seguidos por otros creyentes vivos, para estar con Él para siempre. Esto no se basará en el karma, sino en la salvación de uno en Jesús (Juan 3:16).
El karma puede parecer una explicación razonable de por qué a ciertas personas les suceden cosas buenas o malas en esta vida. Sin embargo, es una respuesta inadecuada a muchas enseñanzas bíblicas. En lugar de adoptar los conceptos espirituales orientales sobre el karma y la vida después de la muerte, se enseña a los creyentes a meditar en la Palabra de Dios día y noche (Salmo 1:1-3). Conocer y vivir la verdad de Dios es la clave de una vida bendecida y sirve de preparación para la vida eterna con el Señor.