
¿Por qué el cielo es tan emocionante? ¿Será el cielo un lugar emocionante?
¿Qué tan emocionante será el cielo?
Programa 1
Introducción
Locutor: Hoy en El Programa de John Ankerberg, ¿Por qué el cielo es tan emocionante? Si alguna vez has planeado un viaje a Disneylandia, a las montañas o un viaje a Europa, por lo general habrás buscado información en folletos o visitado el internet para saber cómo son esos lugares. Esas guías de información nos animan para ir allí. Pero la guía para el cielo es la Biblia, y nos dice que esperamos a un cielo nuevo y una tierra nueva, que Dios ha prometido. Pero si el cielo, o como el versículo dice, “el cielo nuevo y una tierra nueva,” será tu casa un día, ¿Qué sabes sobre el cielo? ¿Qué esperas estar haciendo, experimentando, visitando los lugares donde pasarás toda la eternidad?
Mi invitado de hoy es el autor del libro más vendido El Cielo, el Dr. Randy Alcorn. Él nos describirá las cosas maravillosas que Dios ha prometido a los cristianos, y lo que vamos a disfrutar de nuestras futuras casas en el cielo. Únase a esta edición especial de El Programa de John Ankerberg.
Programa 1
Dr. John Ankerberg: Bienvenido a nuestro programa. Estamos hablando del emocionante tema del cielo, y tenemos con nosotros a un prominente escolástico, el Dr. Randy Alcorn. He querido que él viniera desde hace ya mucho tiempo, pues sé que se deleitará con la información que él tiene que compartir. ¿Está emocionado de ir al cielo? Randy, muchos de los cristianos que conozco, no puedo decir que están emocionados acerca del cielo, puesto que ellos no saben nada sobre el cielo. Ellos solo saben que van al cielo, ya que han invitado a Jesús a entrar en sus vidas. Díganos que ha visto en las iglesias cuando comparte en conferencias, así como sus enseñanzas en escuelas. ¿Qué ha podido notar?
Dr. Randy Alcorn: Bien, yo tenía un buen amigo, un Pastor creyente de la Biblia, él me confesó un día. “Sabes, la verdad es que preferiría ser inhalado cuando muera que seguir por siempre y para siempre, y así por toda la eternidad.” Y yo le dije, “¿Por qué dices eso?” El dijo, “Porque es justo, la idea del cielo es tediosa, es tan aburrida, nada que hacer, quiero decir, sé que vamos a adorar a Dios, y yo amo al Señor, pero me gustaría ser capaz de hacer otras cosas también” Y pensé, aquí tenemos a un Pastor, un graduado de una universidad bíblica y de un seminario, y él no está entusiasmado acerca del cielo, Por consiguiente, él no puede comunicar entusiasmo sobre el cielo. Y pienso que para muchas personas es como un tema que está en neutro, pero el concepto del cielo es grande, quiero decir, que el cielo es mucho mejor que el infierno. Es decir, es mucho mejor que su alternativa. No obstante, las personas no están verdaderamente entusiasmadas sobre el cielo.
Pero, me pongo a pensar en lo entusiasmado que nos ponemos sobre lugares que podemos ir de paseo como Disney World, o ir de viaje al Gran Cañón de Colorado o… ¿Qué es lo que haces? Averiguas todo lo que puedas encontrar al respecto, y hablas con personas que te digan y te den pistas de lo que hay ahí. Y pienso, que como cristianos, necesitamos ir a la Palabra de Dios y ver lo qué dice. Y cuando vemos lo qué Dios dice sobre el cielo, ese lugar que Jesús, el carpintero de Nazaret, ha ido a preparar para nosotros, el lugar que ha estado preparando por 2,000 años. Y Él es un constructor, Él es un carpintero; Él sabe cómo construir cosas y Él sabe cómo reparar cosas. Él construyó este mundo, y este mundo tomó un camino equivocado, pero Él lo va a reparar, y nosotros vamos a vivir en una tierra nueva por siempre. Y cuando pones eso en tu mente, no puedes más que estar emocionado acerca del cielo.
Ankerberg: Dijo usted un cielo nuevo, una tierra nueva; me puede resumir lo que eso significa.
Alcorn: Bien, con frecuencia pensamos sobre el cielo en términos breves. Pensamos al respecto, y bien, alguien muere. Ellos aman a Jesús y van al cielo- “ausentes del cuerpo es estar presentes con el Señor”. Esto es cierto, mueres y vas al cielo. Pero el cielo está en un lugar que no siempre estará allí. Se nos dice que Dios traerá el cielo desde ese reino invisible y lo coloca sobre la tierra nueva, una nueva creación. Se nos dice eso en Apocalipsis capítulos 21 al 22, Isaías 60, Isaías 65, y otros pasajes. Y cuando Dios regrese a vivir con nosotros en esta tierra nueva, se dice que Su trono va a bajar y Él va habitar entre Su pueblo. Seremos resucitados, tendremos cuerpos nuevos, y la tierra nueva será análoga con nuestros cuerpos nuevos. Nuestros viejos cuerpos mueren. Ellos, después de un periodo de tiempo, se descomponen; pero luego Dios los resucita en la resurrección. Asimismo, la tierra en la cual vivimos ahora, sí, será destruida, pero después va a ser resucitada, y habrá una tierra nueva y viviremos en ella por siempre. Esa tierra nueva tendrá la mayoría de cosas que conocemos de esta tierra presente; tendremos cuerpos con los que vamos a comer, beber, estar felices, celebrar y contar anécdotas mientras comemos sentados a la mesa. Abraham e Isaac vendrán del Este y el Oeste y se sentarán con ellos en la mesa. Y esto es lo que nos espera.
Ankerberg : Amigos, vamos a usar seis programas para describir lo que vamos a gozar en el cielo. Quiero decir, que te mantengas sintonizado con nosotros, pues esto se pone mejor y mejor, así como el cielo se vuelve mejor y mejor por toda la eternidad.
Ahora, en primer lugar, quiero que se meta en la cabeza el hecho que el cielo es ahora mismo un lugar real. Hay una historia que contó en uno de sus libros acerca de cuándo su mamá murió y tenía que decírselo a su hija de dos años y medio de edad, quien era muy, muy cercana a su mamá, su abuelita. Y cuéntenos qué pasó en esa ocasión, pues ilustra qué tan real es el cielo.
Alcorn: Nuestra hija Karina, nuestra hija mayor, era muy, muy cercana a su abuela. Ella iba todos los lunes a pasar el día con la abuelita, y la abuelita le leía historias de la Biblia y la llevaba a lugares y hacía cosas especiales con ella. Cuando mi madre estaba muriendo de cáncer, llevábamos a Karina a visitarla a casa de mis padres, y traíamos a una enfermera para que cuidara de ella. Y mi hija vio a su abuelita deteriorarse. Fue duro para ella, y fue duro para nosotros, pero teníamos ese tiempo especial juntos. Y una noche recibí una llamada en medio de la noche de que mi mamá había muerto. Fui a su casa, para tratar con la situación. Volví a casa y pensé, ¿sabes qué?, tengo que despertar a Karina, pues ella es muy cercana a su abuelita, ella necesita saberlo. Y así, la desperté en medio de la noche. Nunca lo olvidaré; es como que estuviera allí ahora mismo.
La miré a sus ojos. Estaba cansada y todo eso. La miré y le dije: “Karina, ¿sabes dónde está la abuelita Alcorn?” Y antes de que terminara la pregunta, dijo, “Sí, papá, ella está en el cielo “. Y luego de un par de minutos más tarde, ella dijo, “Ella ya no está en esa cama del hospital. Ahora ella está en el regazo de Jesús”. Y la cosa que me llamó la atención, John, fue escuchar a mi hija decir esto, pues ella cree todo lo que le hemos enseñado acerca del cielo; todo lo que la Biblia dice y ha escuchado acerca del cielo, ella lo cree en absoluto. Esa es la fe de un niño. Y nosotros tenemos que acercarnos como niños. Ella se dio cuenta que ahora todo estaba bien. Ella sabía que su abuelita estaba sufriendo, y Karina en verdad estaba gozosa. Y así estaba sintiendo ese gran pesar por la pérdida, pero feliz de que mi madre estaba con el Señor, pero ella estaba llena de gozo. Y ahora todo está bien con nuestra hija cuya abuelita está con Jesús.
Ankerberg: Vamos a poner nuestra evidencia sobre la mesa. Quiero poner este versículo en la pantalla. El apóstol Pablo nos dice lo que sucede en la muerte. Él dice en Filipenses 1:21, “Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia”. Bien, vamos a averiguar, por qué es ganancia. Y él dice: “Me siento presionado por dos posibilidades: deseo partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor”. Así que lo que Pablo está diciendo es, que en el momento que cierras los ojos en esta vida, el hecho es, los abres en la siguiente, al igual que el hombre rico y Lázaro. El hecho es, y pienso en las personas que están sufriendo en estos momentos, pero bien, la esperanza, la Escritura en verdad dice que hay un cielo real y en realidad, usted cierra los ojos, y ¿dónde vas a estar? Vas a estar con el Señor.
Ahora, vamos a poner otro versículo sobre la mesa, pues el tiempo está pasando rápido. En el libro de Apocalipsis, el apóstol Juan escribe: “Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios, preparada como una novia hermosamente vestida para su prometido. Oí una potente voz que provenía del trono y decía: « ¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir”. » ¿Qué significan estos versículos para usted, Randy?
Alcorn: Bien, esta es una promesa de que toda la creación será hecha perfecta. A veces nos olvidamos de que los últimos capítulos de Apocalipsis corresponden perfectamente a los primeros capítulos de Génesis. La historia comienza—es una historia real—que se inicia de esta poderosa manera, en que el propósito de Dios es que un hombre y una mujer justos reinen la tierra para Su gloria. Y entonces pensamos, bueno, Satanás lo arruina todo. Pero luego avanzamos a través de la obra redentora de Cristo, y la culminación en los últimos dos capítulos de Apocalipsis, y como usted acaba de leer. Ahora vemos a Dios restaurando todo, todas esas palabras con “re” en la Biblia, redención, reconciliación, y todas las demás palabras que necesitan ser corregidas. Él va a hacer que todo sea mejor de lo que nunca ha sido. Él va a restaurar lo que se perdió. El paraíso se había perdido; el paraíso será recuperado. No habrá más pecado, no más sufrimiento, no más dolor. ¿Qué gran perspectiva? Y si te das cuenta de dónde venimos y hacia dónde vamos, nos ayuda hoy en día a pensar de la forma que se debe y a regocijarnos; porque sabes que Dios está obrando todo para bien, y un día vas a estar en un mundo donde todo va a estar bien.
Ankerberg: Muy bien, vamos a tomar un descanso. Cuando regresamos voy a preguntar a Randy, ¿Cuáles son algunas de las cosas que él espera ver cuando vaya a los cielos nuevos y la tierra nueva? Quédate con nosotros; regresamos ya mismo.
Ankerberg: Muy bien, estamos de vuelta, y estamos hablando con el Dr. Randy Alcorn. Estamos hablando del maravilloso tema del cielo. ¿Qué podemos esperar? ¿Qué ha prometido Dios acerca de lo que Él va a hacer por nosotros en el futuro en el cielo? ¿Qué nos va a proveer? Te acuerdas cuando Jesús estaba en la cruz y miró al ladrón que estaba junto a Él que creyó en Jesús y dijo: “Hoy estarás conmigo en el…”, ¿dónde? “el paraíso”. Él lo comparó con un jardín. ¿Qué era el paraíso? Fue el Jardín del Edén. Y en otros lugares, como en el libro de Hebreos encontramos esto: “Antes bien, anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial”. Dios está hablando de una patria. “Por lo tanto, Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios,” entonces, dice, “y les preparó una ciudad”. Así que tenemos un jardín, un paraíso, una patria y una ciudad. Dios describe el cielo en estos términos. Randy, explique esto.
Alcorn: Bien, yo creo que está hablando de la naturaleza multifacética de la tierra nueva, donde vamos a vivir con nuestro Señor y con nuestra familia espiritual por toda la eternidad. En Apocalipsis 22 tenemos el río que sale del trono de Dios. Y tiene el árbol de la vida que crece a ambos lados del río, así que es como un bosque de vida. Es como en Génesis 1-2, excepto que en una escala mucho mayor. Y también tiene los beneficios del desarrollo cultural, porque tienes proyectos de construcción. Tienes estas enormes paredes. Tienes las joyas y tienes la hermosa arquitectura. Y también tienes las maravillas naturales y los recursos del río que está fluyendo. Y luego dice que el árbol de la vida está produciendo este fruto.
Así que es una ciudad, la nueva Jerusalén; se trata de una patria; se habla de los reyes de las naciones de la tierra que van a traer sus tesoros a la nueva Jerusalén, presumiblemente para postrarlos a los pies como tributo, por así decirlo, de su Señor a quien ellos aman y que han hecho las obras de sus manos para Su gloria. Así que el cielo es todo esto. Es un paraíso; es una ciudad; es una patria. Seremos ciudadanos de ese mundo, y nosotros, como hombres y mujeres redimidos por la sangre del Cordero, reinaremos sobre la tierra. Él es el Rey de reyes, así pues, Él está por encima de todo. Pero Él es el Rey de reyes—con “R” mayúscula, el Rey, y la “r” minúscula de reyes-Sus hijos sirviendo bajo Él y gobernando el mundo para la gloria de Dios, para que Su propósito original del Génesis sea cumplido por toda la eternidad. ¡Que emocionante escena es todo esto!
Ankerberg: Sí, la otra noche estaba leyendo en mi devocional donde Jesús está delante de Pilato, y Pilato dice: “¿Eres tu rey?” Y Él dijo, “Sí, yo soy Rey” y de repente me llamó la atención: Jesús está diciendo: “yo soy Rey”. Pero entonces él dijo: “Mi reino no es de este mundo”, bien. Pero Él está gobernando en este momento. Y la razón por la que el cielo y la tierra no están conectados se debe a al pecado que hay en la tierra ahora mismo, bien. El hecho es que, algún día Dios va a traer la ciudad celestial y la conectará a la tierra. Pero antes, Él va a destruir todo lo que es pecaminoso aquí en la tierra; y luego Él va a recrear este mundo, del cual estamos familiarizados, pero Él lo va hacer mucho más asombroso. Y Él va a traer el cielo. ¿Qué tan grande es la ciudad celestial de la nueva Jerusalén en estos momentos?
Alcorn: Bueno, se describe como de 12.000 estadios, eso viene a ser alrededor de unas 1.400 millas, un cúbico de 1.400 millas; así, tan alta como de ancho. Así que estamos hablando de una base que iría desde Canadá hasta México, desde la costa Oeste hasta los montes Apalaches. Así que estamos hablando de una estructura increíblemente grande. Pero eso es sólo la nueva Jerusalén. Luego se nos dice que se puede ir fuera de las puertas y hay naciones en la tierra, y los reyes de las naciones de la tierra que traen sus tesoros. Por lo tanto, estamos hablando de un lugar increíblemente grande que Dios ha preparado para nosotros.
Ankerberg: Sí, de 1.400 millas de alto también, en otras palabras, no tenemos nada aquí con qué compararla, y poder comprender lo que es eso, es muy alta. Es como el espacio exterior. Ahora bien, esa es la nueva Jerusalén, es como un escolástico de la profecía dijo, “sabes, Dios va a tener que ampliar la tierra si eso va a ser Jerusalén, y si tenemos una especie de referencia para el resto de las naciones fuera de la ciudad”. Así pues, creo que en ese sentido Dios lo hará. Hablamos de esto de manera ligera, y la gente dice: “Bueno, espera un minuto. ¿Eso quiere decir que el cielo cambiará de lo que es ahora, y que va a ser mejor? Y ¿Cómo es el cielo en la actualidad? Así que si muero, o mueres tú en este momento, estamos al instante con el Señor y estamos presentes en el cielo que está ahí”. Bien, cuéntanos qué hay ahí ahora. ¿Cómo es el presente cielo?
Alcorn: Se nos da una imagen de esto en varios pasajes. Uno de ellos es en Apocalipsis 6, donde se ve a los mártires que han muerto. Están con el Señor, y están hablando, y claman juntos. Ellos dicen: “¿Hasta cuándo, Soberano Señor, seguirás sin vengar nuestra muerte?” Bueno, de esto aprendemos mucho sobre la vida en el presente cielo. Primero, por supuesto, las personas están en la presencia de Dios; y como dice Pablo, eso es mucho mejor. Así que están sin pecado. Pero están hablando, por lo que todavía tienen su racionalidad; tienen conciencia; tienen interacción y relación; tienen recuerdos de su tiempo en la tierra. Mucha gente dice: “Bueno, tal vez vamos a ser capaces de recordar algunas cosas, pero no vamos a ser capaces de recordar ninguna de las cosas malas”. Bueno, ellos recuerdan que fueron asesinados. No hay nada peor que eso.
Pero el hecho es, que la clave para el cielo no es que se tenga pérdida de memoria por no poder hacer frente a lo que te pasó cuando estabas en la tierra. Más bien, tienes la perspectiva que Dios te da, y ves Su plan. Así pues, ellos pueden recordar que han sido asesinados, y orar a Dios. Así que las personas en el cielo están hablando con Dios; están orando a Dios. Están diciendo, “¿Hasta cuándo, Señor, harás esto?” Y esa es otra característica; existe el tiempo en el presente cielo. Sabemos esto porque, “¿Hasta cuándo, Señor?”, y entonces el Señor responde: “se les dijo que esperaran un poco más”. Así que, está claro que hay tiempo en el cielo. De hecho, en Apocalipsis 8:1 dice que hubo silencio en el cielo durante media hora. Así que es bastante claro que somos seres finitos que experimentan el espacio y el tiempo en el cielo.
Ankerberg: Muy bien, y están también esperando que el Señor regrese. ¿Por qué?
Alcorn: Porque saben que cuando Cristo regrese y ellos vienen con Él para establecer el reino por mil años en la tierra, y luego, cuando esto haya terminado, los cielos nuevos y la tierra nueva, después del juicio final, que Dios, por fin va a llevar la justicia a la tierra que están pidiendo a clamores.
Ankerberg: Él también, en ese momento, destruirá la tierra, el pecado de la tierra, y la recreará. Esto me da un destello de cómo va ser la nueva tierra que vamos a ser capaces de disfrutar, porque Dios está haciendo esto para nosotros. Él sabe lo que nos gusta y Él nos ha hecho de cierta manera, y va a responder a muchas preguntas. Ahora, puedes responder a esta pregunta. ¿Cómo va a ser la tierra nueva?
Alcorn: Creo que la clave de todo es comprender lo que significa la resurrección. Esa es la promesa de la Escritura. En 1 Corintios 15 se nos dice, “si los muertos no resucitan somos de todos los hombres, los más dignos de lástima”. Todo tiene que ver con la resurrección. La idea de que el espíritu debe ser librado del cuerpo—que está en esclavitud, encadenado al cuerpo, esto era una de las enseñanzas de Platón—que es ajena a la Escritura. La Escritura dice que Dios nos creó para ser seres físicos, así como seres espirituales. Y así es la promesa de la resurrección, vamos a vivir para siempre en un estado redimido, pero vamos a tener cuerpos verdaderos—nuestros cuerpos originales hechos perfectos—restaurados, extraídos de la destrucción, resucitados por toda la eternidad. Y entonces todas las promesas, todos los gozos de la vida, las cosas relacionales, las cosas comunicativas, las maravillas del mundo. Romanos 8 enseña que toda la creación está anhelando; está clamando su rescate. Y dice que va a ser rescatada con la humanidad. Así que cuando la humanidad es redimida en nuestra resurrección, la creación que cayó debajo de nosotros se levantará de nuevo con nosotros. ¡Esto es emocionante!
Pienso en mi amigo David O’Brien, quien tiene parálisis cerebral, él tiene 65 años de edad ahora. Y lo que David ha sufrido en los últimos años, con el deterioro de su salud, sin nunca haber tenido una buena salud. Pero él será librado un día, y podrá estar frente a Dios con un cuerpo nuevo y caminar por la tierra y correr por los prados, y nadar, y disfrutar de lo que esté delante de él. Y sobre todo estar con Su Señor, Dios la fuente de todo bien; esto es lo que la eternidad será para el pueblo redimido de Dios.Ankerberg: Va a ser fantástico. Y estamos sólo empezando, amigos. La semana que viene vamos a hablar de ¿Cómo será el cielo? ¿Cuántos años vas a tener cuando llegues al cielo? Puede ser que tengas 95 años de edad y digas: “Me pregunto cuántos años voy a tener cuando llegue al cielo”, o puede que tengas 4 ó 5 años de edad, y digas, “¿Voy a tener 4 o 5 años de edad cuando llegue al cielo? “Vamos a preguntar a Randy esa pregunta y otras como, ¿Vamos a tener una mansión en el cielo? ¿Cómo es el lugar donde vamos a vivir? Estas son sólo preguntas comunes que todo el mundo quiere saber. Vamos a hablar de ello la próxima semana. No te lo pierdas.