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YHWH – Nombre Conmemorativo de Dios

En Éxodo 3:13-15 Dios se identificó ante Moisés como YHWH (pronunciado Yahvéh), y lo identificó como Su “nombre conmemorativo para todas las generaciones”. La raíz de este nombre es el verbo hebreo hayah, “ser”. Este es el Dios que es, quien es ahora, quien siempre ha sido y quién siempre será.

Moisés le dijo a Dios [Elohim][1], “Supongamos que voy a los hijos de Israel y les digo: “El Dios [Elohim] de vuestros padres me ha enviado a vosotros”. Si ellos me preguntan: “¿Cuál es su nombre?”, ¿qué les responderé?

Dios [Elohim] le dijo a Moisés, “YO SOY EL QUE SOY” [Ehyeh asher ehyeh]. “Así dirás a los hijos de Israel: ‘YO SOY [Ehyeh] me ha enviado a vosotros”’. Dios [Elohim] dijo además a Moisés, “Así dirás a los hijos de Israel, ‘El SEÑOR [YHWH], el Dios [Elohim] de vuestros padres, el Dios [Elohim] de Abraham, el Dios [Elohim] de Isaac y el Dios [Elohim] de Jacob, me ha enviado a vosotros'”. Este es mi nombre para siempre; este será el nombre con que seré recordado de generación en generación.

Este nombre habla de que Dios existe por sí mismo. Es decir, Él no fue “causado” o “creado” por algún otro poder o fuerza. Los teólogos hablan de Él como la única causa “sin causa” — Él causó o trajo todas las cosas a la existencia, pero Él mismo no tiene un principio ni una causa. ¡Él ha existido y existirá por toda la eternidad—el mismo ayer, hoy y siempre! (Hebreos 13:8; Malaquías 3:6)

Este nombre también habla de que Dios es “relacional”. Es decir, que quiere tener una relación con nosotros, las personas que ha creado. Y ha llegado a extremos extraordinarios para darse a conocer a nosotros, para amar y proteger a su pueblo.

He aquí algunos ejemplos, entre las más de 6,800 veces que se utiliza YHWH en las Escrituras:

Éxodo 34:5-6 – Y el SEÑOR [YHWH] descendió en la nube y estuvo allí con él, mientras éste invocaba el nombre del SEÑOR [YHWH].  Entonces pasó el SEÑOR [YHWH] por delante de él (Moisés) y proclamó: “El SEÑOR [YHWH], el SEÑOR [YHWH] , Dios [El] compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y fidelidad,…”

Salmo 32:10 – Muchos son los dolores del impío, pero al que confía en el SEÑOR [YHWH], la misericordia lo rodeará.

Salmo 34:4 – Busqué al SEÑOR [YHWH], y Él me respondió, y me libró de todos mis temores.

Salmo 34:18 – Cercano está el SEÑOR [YHWH] a los quebrantados de corazón, y salva a los abatidos de espíritu.

Salmo 102:1 – Oh SEÑOR [YHWH], escucha mi oración, y llegue a ti mi clamor. (Lea todo este Salmo sustituyendo “YHWH” en cualquier lugar donde vea a SEÑOR (en mayúsculas). ¡Toma nota de todas las cosas que YHWH hace por su pueblo!)

Salmo 103:1-5—Bendice, alma mía, al SEÑOR [YHWH], y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, al SEÑOR [YHWH], y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es el que perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades; el que rescata de la fosa tu vida, el que te corona de bondad y compasión; el que colma de bienes tus años, para que tu juventud se renueve como el águila. (De nuevo, todo este Salmo está lleno de las bendiciones del SEÑOR [YHWH] sobre su pueblo.)

Proverbio 3:26 – porque el SEÑOR [YHWH] será tu confianza, y guardará tu pie de ser apresado.

Como hemos mencionado anteriormente, Dios quiere que le conozcamos, y ha llegado a extremos asombrosos para revelarse a nosotros. De hecho, envió a su Hijo unigénito para que viviera entre nosotros y se nos revelara. Jesús decía a menudo que los que le conocían conocían al Padre, los que le veían veían al Padre, los que le negaban también negaban al Padre.

Juan 1:18 – Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer.

Juan 14:6-9 – Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. Si me hubierais conocido, también hubierais conocido a mi Padre; … El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; …

Mateo 11:27 – ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Juan 17:25-26 – Oh Padre justo,… Yo les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos y yo en ellos.

Además de las siete declaraciones del Evangelio de Juan en las que Jesús se identificó como “YO SOY” (la traducción griega de YHWH es ego eimi), está la escena del juicio de Jesús en la que responde a la pregunta: “¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Bendito?”, diciendo “YO SOY”. (Véase también Juan 8:54-58).

No cabe duda de que el YHWH, el “YO SOY” del Antiguo Testamento y el ego eime, el “YO SOY” del Nuevo Testamento, son el mismo. Jesús mismo declaró, “Yo y el Padre somos uno” (Juan 10:30).

Pero terminaremos con esta hermosa bendición pronunciada sobre los israelitas:

“El SEÑOR [YHWH] te bendiga y te guarde; el SEÑOR [YHWH] haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; el SEÑOR [YHWH] alce sobre ti su rostro, y te dé paz”. (Números 6:24-26).

  1. Ver artículo separado en el que hablamos de Elohim, el fuerte y poderoso.

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